Se trata de un proyecto encabezado por el Dr. Fulgencio Lisón y la Dra. Marcela Rodríguez, ambos del Departamento de Zoología de la Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas; y la Dra. Paula Meli del Departamento de Manejo de Bosques y Medio ambiente de la Facultad de Ciencias Forestales UdeC. El proyecto de la línea de colaboración bidireccional será financiado por el Fondo Concursable impulsado por la Vicerrectoría de Vinculación con el Medio (VRIM) de la Universidad de Concepción.

Cachudito (Anairetes parulus). Crédito: Carolina Allendes.

El proyecto de 24 meses de duración tiene por nombre “Capacitación de actores locales para el monitoreo de fauna que provee servicios ecosistémicos” y se llevará a cabo en asociatividad con la I. Municipalidad de Santa Bárbara, en la provincia de Biobío, a través de la colaboración de la funcionaria municipal, Karina Salamanca Salvo, quien gestionará la participación de actores locales y la realización de eventos públicos en el marco del proyecto.

También serán parte del equipo del proyecto dos estudiantes del programa de Doctorado en Sistemática y Biodiversidad: Marcelo Miranda y Carolina Allendes; y la estudiante del Magíster en Ciencias Agronómicas, Michelle Iubini, quienes apoyarán el monitoreo de insectos, murciélagos y aves.

La propuesta busca desarrollar conocimiento ecológico e información sobre la comunidad de polinizadores asociada a la producción de miel en Santa Bárbara, y las aves y murciélagos insectívoros que soportan parte del control de las plagas agrícolas.

“Como actores sociales se han dado cuenta de que los animales les proporcionan una serie de beneficios, pero también se han dado cuenta de que no saben qué animales son los que les proporcionan beneficios. Por un lado, la comunidad está muy interesada en potenciar muchísimo lo que es la miel de Santa Bárbara, pero no saben que polinizadores tienen. Quieren caracterizar su miel como algo especial, como algo único, pero no saben qué polinizadores están trabajando ahí en este momento. Por otro lado, lo mismo pasa con el control de plagas. Muchas personas tienen huertos orgánicos y tiene inquietudes respecto. Saben que hay animales que se comen insectos, pero no saben cuáles”, explica el Dr. Fulgencio Lisón.

Santa Barbara es una comuna con más de 13 mil habitantes. Un 60% de su actividad productiva corresponde a actividades agropecuarias, entre las cuales, la producción de miel sustenta parte de la identidad cultural de la comuna.

El proyecto contempla el monitoreo participativo (académicos, estudiantes y los mismos habitantes) de la abundancia, diversidad, y actividad de las comunidades de insectos polinizadores, aves y murciélagos insectívoros a lo largo de dos estaciones en dos años. Se capacitará a un grupo de habitantes dentro de la comuna y se les proveerá del equipamiento adecuado para implementar el monitoreo, dentro del presente proyecto y a largo plazo.

Cisne coscoroba (Coscoroba coscoroba): Crédito: Carolina Allendes.

“Aportaremos nuestra experiencia y conocimiento académico. La idea es generar un vínculo en el cual les proporcionaremos ciertas capacidades,  pero para enseñarles a ellos y que ellos quieran esa herramienta. Por ejemplo, ellos no tienen detector de ultrasonido, pero nosotros sí. Entonces se puede hacer un estudio de ultrasonido a cambio de que ellos instalen el instrumento, para poder detectar la fauna que está ahí, para poder saber qué pájaros hay, dice el académico del Departamento de Zoología y director del Laboratorio de Ecología y Conservación Fauna Silvestre, Dr. Fulgencio Lisón Gil. “La idea es instalar cámaras en vez de que nosotros estemos haciendo todo el tiempo el muestreo, que implica un gasto enorme y los que somos académicos no podríamos estar presentes allá  y dar las clases acá de manera permanente. Entonces, en vez de que nosotros hagamos eso, capacitaremos a actores locales para hacerlo y luego nos compartirán resultados de la información y si no saben reconocer una especie bueno y nosotros les diremos.  Es una iniciativa de ciencia ciudadana donde la comunidad tendrá una participación directa en la generación de conocimiento”, agregó.

Los resultados del proyecto derivarán en la producción de una Guía de los insectos polinizadores de Santa Bárbara. Además, como evento final se realizará una jornada educativa- cultural con talleres para la comunidad (adultos y niños) sobre la importancia de estas comunidades de fauna (insectos, aves y murciélagos) para el correcto flujo de los servicios ecosistémicos asociados (polinización y control de plagas) a las actividades productivas agrícolas y apícolas.

El profesor Lisón explica que el proyecto está abierto a todas las personas de la comunidad de Santa Bárbara que quieran sumarse y comprometerse a participar durante los dos años de duración del proyecto. Los usuarios del proyecto serán capacitados por el equipo del proyecto.

“Es un proyecto piloto para prender la mecha y empezar a generar ciencia ciudadana acerca de la importancia de la fauna como proveedores de servicios ecosistémicos, para que eso se destaque y que cada vez la ciudadanía demande mucho más eso, porque ya no podemos depender de los fertilizantes fósiles ni de insecticidas, hay que buscar alternativas más sustentables”, recalcó el Dr. Fulgencio Lisón.

Picaflor gigante (Patagona gigas). Crédito: Carolina Allendes.

 

Crédito fotografía de portada: Fulgencio Lisón.